Un ciudadano entrando en una tienda erótica, fotografías del interior de varias viviendas, o escenas de detenciones policiales, son solamente unos pocos ejemplos de las numerosas protestas que este servicio ha generado.
El servicio de Google Maps, Street View, ha vuelto a levantar numerosas quejas relacionadas con la privacidad de las personas, per esta vez ha sido en el Reino Unido.
Una de esas imágenes mostraba a un hombre entrando en un 'sex-shop', en un servicio que en el Reino Unido cubre más de 35.000 kilómetros y 25 ciudades. Google ya ha recordado que cualquiera que considere que su intimidad ha sido violada en Street View, puede pedir que se retire su imagen. Desde hace algunos meses, el servicio difumina todos los rostros y todas las matrículas, pero desde Google recuerdan que dado el volumen de imágenes que manejan, siempre se cuela algún error.
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